El entrenamiento de fuerza no es sólo una forma de mejorar tu físico en el gimnasio o incluso tu casa; es además, una forma de mejorar tu vida. Piensa en ti mismo como si fueras un personaje de un videojuego, en el que cada acción que realizas contribuye al crecimiento de tus atributos. Por ejemplo, si practicas ajedrez durante diez minutos al día, aumentas tu capacidad de concentración y resolución de problemas ¿A quién le importa? Pues bien, con esta capacidad de concentración y resolución mejorada, vas a trabajar más efectivo y encontrarás soluciones a tus problemas de una manera más efectiva, lo que te llevará a tener menos estrés en el trabajo, podrás dormir mejor y todo esto va a contribuir a una mejor calidad de vida.
O consideremos si lees un libro nuevo cada semana. Tu atributo de conocimiento aumentaría. Con más conocimientos te sientes más seguro y participas en más conversaciones. Más conversación conduce a relaciones más profundas, y relaciones más profundas conducen a una vida más plena… o eso me dicen (como escritor solitario, tendré que creer en su palabra).
Por suerte, no hace falta empezar aprender ajedrez (aunque no sería una mala idea) o leer «Mil años de soledad» para obtener estos beneficios. El entrenamiento de fuerza puede abordar todas estas áreas y más, lo que lo convierte en la herramienta más completa para el crecimiento personal y una vida mejor.
Aquí te dejo 5 beneficios que dejará el entrenamiento de fuerza para mejorar tu calidad de vida
Disciplina
El entrenamiento de fuerza exige esfuerzo y dedicación constantes. Para progresar, debes seguir un programa de entrenamiento regular, superar los retos y resistir la tentación de rendirte. Este compromiso fomenta la disciplina, no sólo dentro de los límites del gimnasio, sino en todos los aspectos de la vida. La capacidad de seguir una rutina y superar obstáculos se traduce en una mayor productividad, una mejor gestión del tiempo y una mayor ética del trabajo. Cuando te comprometes con un programa de entrenamiento de fuerza, tienes que ejecutarlo todos y cada uno de los días. A pesar de cómo te sientas sobre el trabajo que tienes entre manos, lo completas. Así aprendemos a separar nuestras acciones de nuestras emociones. Hay muchas cosas en la vida que puede que no queramos hacer, pero con la disciplina que adquirimos en el gimnasio, somos capaces de llevarlas a cabo a pesar de todo.
Movilidad
El entrenamiento de fuerza no consiste sólo en desarrollar hipertrofia muscular , sino también en mejorar la movilidad y los patrones de movimiento funcionales. Cuando entrenas con una amplitud de movimiento completa, mejoras la capacidad de tu cuerpo para realizar las tareas diarias con facilidad y eficacia. Ya sea limpiar la ducha o simplemente jugar con los niños, una mayor movilidad significa mayor independencia y libertad para moverse por la vida.
Planificación
La planificación es una habilidad crucial que sustenta el éxito en todos los ámbitos de la vida. En el entrenamiento de fuerza, la planificación eficaz es esencial para establecer objetivos, diseñar entrenamientos y realizar un seguimiento de los progresos. Si simplemente te presentas y te dedicas a lanzar pesas, no llegarás a ninguna parte. Pero si trabajas con programas de entrenamiento estructurados y a establecer objetivos realistas, desarrollarás valiosas habilidades y procesos de pensamiento que se extienden mucho más allá del gimnasio. Estarás mejor preparado para resolver problemas, priorizar tareas, gestionar tu tiempo de forma eficaz y tomar decisiones informadas sobre tu salud y bienestar. Con un enfoque estratégico tanto para tus entrenamientos como para tu vida, podrás afrontar los retos con claridad y determinación.
Paciencia
El progreso de entrenamiento no se produce de la noche a la mañana. Requiere un esfuerzo constante a lo largo de mucho tiempo. A medida que te esfuerzas por conseguir tus objetivos de forma física, aprendes a aceptar el proceso, a celebrar las pequeñas victorias y a perseverar ante los contratiempos. Esta mentalidad se traslada a innumerables ámbitos de la vida. Si no fuera por la paciencia que aprendí en el gimnasio, no habría sido capaz de aguantar Oppenheimer, bueno realmente me escapé a mitad de camino para ver Kung Fu Panda. Pero aún así…
Confianza
El entrenamiento de fuerza aumenta la fuerza física, pero también refuerza la resistencia mental. A medida que progresas en tus entrenamientos, levantas pesos más pesados y alcanzas tus objetivos de forma física, ganas confianza en tus capacidades. Esta confianza se extiende más allá del gimnasio y te permite enfrentarte a retos, aprovechar nuevas oportunidades y, por fin, lucir esos pantalones rojos que siempre te han puesto nervioso. Con cada repetición, refuerzas la creencia de que eres capaz de hacer cualquier cosa que te propongas.
Ahora puedes ver que levantar peso es mucho más que hacer rebotar una barra en tu pecho durante cinco repeticiones; es un viaje transformador que mejora tu carácter y tu vida. Al comprometerte a entrenar la fuerza con regularidad, desbloquearás todo tu potencial, tanto dentro como fuera del gimnasio.