Photo by Jonathan Borba on Pexels.com
Seguimos teniendo la tendencia a adoptar hábitos poco saludables, a pesar de la gran cantidad de información en redes sociales donde estamos constantemente inundados de imágenes e información sobre la salud y las mejores formas de conseguirla.
¿Por qué? Bueno, para empezar, nuestros hábitos no son tan simples: tienen muchas raíces diferentes y requieren muchos pasos diferentes para cambiarlos. A partir de mi propia experiencia personal, así como del trabajo que hago con mis clientes, he identificado las principales razones por las que creo que la gente se involucra en hábitos poco saludables, y lo que se puede hacer al respecto.
La comida, en particular, es el elemento central de muchas reuniones familiares, y a menudo se asocia con momentos felices y buenos recuerdos. Cuando un hábito ha estado con nosotros desde que podemos recordar, y está vinculado con la comodidad y la familiaridad, suele ser más difícil de romper. Aunque no comas macarrones con queso de todos los días como lo hacías de niño, tus vínculos con este alimento reconfortante harán que sea más difícil decir que no cuando te lo presenten, o tal vez lo busques para sentirte mejor en momentos de angustia emocional.
Sólo tenemos una cantidad limitada de fuerza de voluntad, y si un alimento concreto nos toca la fibra sensible, es posible que volvamos a por más para satisfacer un antojo emocional.
Incluso si estamos comprometidos de todo corazón a llevar un estilo de vida saludable por nuestro propio bien, esta determinación puede desaparecer si nos rodeamos de personas que no apoyan nuestras elecciones de estilo de vida.
Si te rodeas de personas que no tienen hábitos saludables, te resultará mucho más difícil perseguir tus objetivos. Esta lucha es aún peor si te rodeas de personas que no sólo tienen hábitos poco saludables, sino que te ridiculizan y juzgan cuando intentas cambiar los tuyos.
La clave es no sucumbir a la presión de los compañeros y tener confianza en tus decisiones para poder mantenerlas, aunque los demás te empujen a “vivir un poco”. La vida es una cuestión de equilibrio, pero la única persona que debe decidir si te desvías de tomar decisiones saludables y cuándo lo haces eres vos.
En el otro extremo del espectro también tenemos una tremenda presión social para tener un aspecto determinado, ya sea súper delgado o musculoso. Nuestras redes sociales pueden estar repletas de imágenes de cómo se “supone” que debe ser la salud, y podemos adoptar hábitos poco saludables y ejercer una enorme presión sobre nuestros cuerpos para alcanzar esos “ideales”. Incluso ingresar a retos entre amigos o amigas con dietas sumamente peligrosas con tal de pertenecer a ciertos grupos sociales.
Está claro que los factores sociales y de la sociedad pueden tener una gran influencia en los hábitos poco saludables que adoptamos, por lo que es importante ser conscientes de con quién nos rodeamos y a qué información decidimos prestar atención.
Como dice el famoso dicho: Dime con quién andas y te diré quién eres.
Para aquellos que han estado involucrados en hábitos poco saludables durante un tiempo, a menudo hay un fuerte deseo de cambiar que se eclipsa por las creencias negativas y limitantes. Es posible que alguien quiera cambiar de verdad, pero se sienta abrumado por la perspectiva de romper un determinado hábito y, por tanto, no sepa ni por dónde empezar.
En el fondo de su mente, puede oír una vocecita que le dice algo así como “no estoy hecho para esto, todos los demás pueden perder peso o tomar decisiones saludables, pero yo no soy uno de ellos”. Si eres una persona que tiene creencias limitantes similares, te invito a cuestionar cuál es la razón subyacente detrás de ese patrón de pensamiento.
Muchas veces, estas creencias autosaboteadoras están basadas en el miedo: “No me lo merezco” o “No voy a lograrlo” son representativas de un miedo subyacente al fracaso. En otras ocasiones, nos premiamos con la misma cosa que estamos tratando de cambiar: “He comido sano toda la semana, así que voy a darme un atracón de brownies todo el fin de semana”.
Con esta mentalidad, damos un paso adelante y dos hacia atrás. Estos pensamientos y comportamientos extremos hacen que la salud sea muy desalentadora y poco realista. Por el contrario, la verdadera salud tiene que encajar en el contexto de tu vida.
Un estilo de vida saludable no debería tener una sensación de privación, porque ahí es donde entra en juego el autosabotaje. Si se siente equilibrado y sostenible, será mucho más fácil que se convierta en parte de su estilo de vida.
A menudo nos culpamos a nosotros mismos y a la falta de fuerza de voluntad cuando parece que no podemos decir que no a nuestra comida basura favorita, pero la buena noticia es que no es del todo culpa nuestra.
Cuando se trata de antojos, hay mucho más que nosotros mismos en juego. Hoy en día en el mercado hay una gran cantidad de alimentos que están específicamente diseñados para se vuelvan adictivos y los busques constantemente.
El panorama alimentario actual contrasta fuertemente con aquello para lo que nuestros cuerpos fueron diseñados, y en realidad estamos genéticamente programados para movernos menos y comer más.
Esta combinación hace que los antojos de comida chatarra no sólo sean probables, sino inevitables. Otro factor que juega un papel importante en nuestros antojos es la salud intestinal.
He experimentado la importancia de la salud intestinal de primera mano, y me llevó mucho tiempo descubrir que las bacterias en el intestino tienen una mente propia e interfieren con nuestras señales normales de saciedad. Esto no pretende ser una excusa, pero a veces tus antojos no son tuyos, sino que están relacionados con algo que ocurre a nivel bacteriano.
Si tienes un deseo insaciable de comer dulces, o simplemente no puedes dejar de comer, esto es una señal de que necesitas prestar más atención a tu salud intestinal. Por ejemplo es muy común sentir hambre, y desear comer algo, sin embargo deseamos algo dulce, no nos interesa comida normal. La razón de esto es una señal de nuestro cuerpo que nos indica que lo que realmente ocupamos es ingerir más proteina.
Si ha hecho todo lo posible, pero no puede dejar atrás hábitos poco saludables y no sabe por qué, tenga un poco de compasión por usted mismo, porque lo más probable es que haya un problema más profundo en juego. Un tercer factor que hay que tener en cuenta con los antojos es la adicción.
Esto puede ocurrir en niveles mayores o menores, pero es una razón muy real para los antojos. Si hay una actividad en la que te gustaría cambiar pero que te resulta difícil, pregúntate si hay un componente psicológico y adictivo en ella. ¿Está apegado a ella? Si es así, no hay nada de qué avergonzarse, sino que este reconocimiento te acercará a cambiar tus hábitos. Y aquí es donde entra en juego el poder de trabajar con un entrenador: si te enfrentas a algo mucho más grande que tú mismo, ¡no hay razón para que lo hagas solo!
Los estudios demuestran que cuando estás bajo estrés o ansiedad, no estás en un estado mental racional y, por lo tanto, gravitas hacia cualquier cosa que te haga sentir mejor, desactiva la respuesta de lucha o huida, y restaura tus niveles de hormonas del estrés. Nuestra inclinación es reaccionar con el piloto automático, lo que nos lleva a agarrar impulsivamente una copa de vino o un paquete de cigarrillos (o cualquier otro vicio) si empezamos a sentirnos estresados.
La solución a esto es el poder de una pausa. Tómate un momento para saber por qué te sientes estresado y ansioso. Contemplarlo, entenderlo y respirar en él, para poder volver a poner en tus manos el poder de elección.
Si ves que tus palabras y tus acciones entran en conflicto, te invito a que hagas una pausa y trates de entender por qué quieres hacer algo en primer lugar. Como dice Danielle Laporte: todo lo que hacemos en la vida es porque queremos sentirnos de una determinada manera. Así que, normalmente, cuando realizamos hábitos poco saludables, es porque pensamos que nos va a producir un sentimiento positivo; a menos que estemos actuando en modo de autosabotaje, ¿por qué si no lo haríamos?
Mi sugerencia es dos caras de la misma moneda: te pido que reflexiones sobre qué sentimiento estás tratando de perseguir con este comportamiento insano, y si hay algo más que puedas hacer que te haga sentir de la misma manera.
Por otro lado, pregúntate también por qué quieres llevar a cabo X opción “saludable”, porque puede que te estés castigando por no lograr este comportamiento saludable cuando en realidad tu razonamiento para quererlo en primer lugar no es muy fuerte. Ser más consciente de cómo quieres sentirte, y del porqué, te ayudará a entender formas más nuevas y saludables de conseguirlo.
Participa cada mes en la rifa de una membresía GRATIS al programa de rutinas de ejercicios de tu interés
En un mundo donde cada cuerpo es distinto, seguir una dieta genérica ya no es suficiente. La nutrición personalizadaes una de las tendencias más poderosas en el mundo del bienestar, porque entiende que tus necesidades alimenticias no son iguales a las de nadie más. Adaptar tu dieta según tus objetivos, metabolismo, nivel de actividad y estilo de vida puede marcar una diferencia enorme en tus resultados físicos, tu salud y tu energía diaria. En este blog te explico qué es la nutrición personalizada, por qué es tan importante, y cómo podés ajustar tu alimentación para que trabaje a tu favor. ¿Qué es la nutrición personalizada? La nutrición personalizada es un enfoque que adapta la alimentación de una persona en función de variables como: Edad Sexo Nivel de actividad física Objetivos (perder grasa, ganar masa, mantener peso) Estado de salud (alergias, intolerancias, enfermedades) Preferencias culturales y personales No se trata de seguir una dieta de moda, sino de entender cómo responde TU cuerpo a ciertos alimentos, horarios y combinaciones. ¿Por qué deberías personalizar tu dieta? Muchas personas fracasan en su proceso de mejora física porque siguen planes de dieta copiados de internet o diseñados para otras personas. El problema es que tu metabolismo, ritmo de vida y genética influyen directamente en cómo procesás los alimentos.…
Calentamiento Activa tu membresía MUNDOWOD para tener acceso a la rutina completa Weightlifting (Snatch) Activa…
El boxear es uno de los deportes más completos que existen. Mejora tu resistencia, coordinación, fuerza y agilidad mental. Sin embargo, como entrenador, he visto que muchas personas que empiezan a boxear —y algunas que llevan tiempo entrenando— cometen errores que frenan su progreso y aumentan el riesgo de lesión. En este artículo te comparto los 5 errores más comunes en boxeo que cometen principiantes y cómo podés corregirlos desde ya. No se trata solo de golpear fuerte, sino de entrenar con inteligencia y técnica. Si querés mejorar tu técnica de boxeo, quemar grasa como un boxeador real y evitar malos hábitos, este artículo es para vos. 1. Bajar la guardia después de lanzar un golpe Este error es uno de los más frecuentes que veo en entrenamientos y clases de boxeo para principiantes. Cuando lanzás un golpe —ya sea un jab, cross o hook—, tu instinto puede ser dejar la mano abajo sin darte cuenta. Esto te deja totalmente expuesto a contraataques, especialmente si entrenás con sparring o compañeros que ya tienen experiencia. ¿Cómo corregirlo? Regresá la mano a la posición de guardia inmediatamente después de cada golpe. Entrená frente al espejo repitiendo combinaciones suaves, concentrándote en la guardia. Usá la técnica de “golpe y regreso” como una coreografía consciente: golpeás y volvés con velocidad. Incorporá ejercicios de sombra (shadow boxing) enfocados 100% en técnica defensiva y control de guardia. Tip: filmate haciendo tus combinaciones y observá si tu mano baja tras el golpe. Verte en video puede ayudarte a identificar errores que no notás en tiempo real.…
Guía práctica y simple para saber que debes comer antes y después de entrenar Una buena alimentación es clave si querés mejorar tu rendimiento, ganar músculo o perder grasa.Pero eso no significa que tengas que pesarte todo lo que comés, contar macros obsesivamente o vivir comiendo arroz y pollo. Hoy quiero mostrarte cómo comer de forma simple, práctica y efectiva antes y después de entrenar, sin que te volvas loco con la dieta.Ya sea que entrenés en casa, en el gimnasio o al aire libre, estos consejos te van a ayudar a rendir más y recuperar mejor. ¿Por qué importa lo que comés antes y después de entrenar? Tu cuerpo es como un motor: necesita combustible antes del esfuerzo y reparación después del desgaste. Antes del entrenamiento, buscás energía y enfoque.Después del entrenamiento, necesitás reponer nutrientes y favorecer la recuperación muscular. No se trata solo de…
Entrenas todos los días, sudas como nunca… pero la grasa no se va. ¿Por qué…
Muchos creen que para quemar grasa necesitas pasar horas en el gimnasio. Pero la verdad…