Has completado tu sesión de entrenamiento. ¡Felicidades! Pero, ¿qué sigue después? A menudo, después de un entrenamiento intenso, cometemos errores que pueden sabotear nuestros esfuerzos y hasta poner en riesgo nuestra salud. Aquí están las 10 peores cosas que puedes hacer después de una sesión de entrenamiento:
1.Tomar medicamentos para bajar la inflamación y dolor despúes de una sesión de entrenamiento
Si bien los medicamentos pueden aliviar temporalmente el dolor y la inflamación, también pueden interferir con el proceso natural de curación del cuerpo. Esto puede resultar en una recuperación más lenta y prolongada en lugar de permitir que el cuerpo se recupere de manera adecuada.
2. Sumergirse en agua congelada después de una sesión de entrenamiento
Sumergirse en agua congelada después de un entrenamiento, comúnmente conocido como baño de hielo o crioterapia, ha sido una práctica popular entre algunos atletas como método de recuperación. Aunque el agua fría puede reducir la inflamación y el dolor al contraer los vasos sanguíneos, también puede disminuir el flujo sanguíneo a los músculos, lo que puede interferir con la recuperación muscular.
El flujo sanguíneo es vital para llevar nutrientes y oxígeno a los músculos para ayudar en su reparación y crecimiento después del ejercicio.
Parte del proceso de entrenamiento involucra desencadenar adaptaciones en el cuerpo en respuesta al estrés del ejercicio. La exposición a temperaturas extremadamente frías después del entrenamiento puede interferir con estas adaptaciones al reducir la respuesta inflamatoria y la señalización celular necesarias para el crecimiento muscular y la mejora del rendimiento.
3. Seguir pensando en la ventana anabólica
Inicialmente, se pensaba que la ventana anabólica tenía una duración muy corta, generalmente de 30 minutos a una hora después del ejercicio. Sin embargo, estudios más recientes sugieren que el cuerpo puede permanecer en un estado de recuperación y síntesis de proteínas durante un período de tiempo mucho más largo, posiblemente varias horas e incluso hasta 24 horas después del ejercicio.
Se creía que consumir nutrientes inmediatamente después del ejercicio era crucial para aprovechar al máximo la ventana anabólica. Sin embargo, la evidencia actual sugiere que la ingesta de nutrientes dentro de este período inmediato no es necesariamente más efectiva que consumir nutrientes en otras ocasiones durante el día, siempre y cuando se cumplan las necesidades nutricionales totales.
En lugar de centrarse en la ventana anabólica como un período de tiempo específico, la atención se ha desplazado hacia la importancia de mantener una ingesta adecuada de nutrientes a lo largo del día para apoyar la recuperación muscular y el crecimiento. Esto incluye consumir cantidades adecuadas de proteínas, carbohidratos y grasas en cada comida y merienda, en lugar de depender únicamente de la ingesta después del ejercicio.
Para conocer adecuadamente tus necesidades de calorías, proteínas, grasas y carbohidratos, puedes hacerlo a través de mi calculadora de macros gratuita, donde sabrás exactamente cuantos macronutrientes ocupas basado en tus objetivos específicos.
4. Rutinas de cardio después de entrenamientos de fuerza o hipertrofia
Después de una sesión de entrenamiento de fuerza, los músculos están fatigados y necesitan tiempo para recuperarse. Hacer cardio adicional puede aumentar aún más la fatiga muscular y dificultar la recuperación.
El entrenamiento de fuerza y el cardio activan diferentes vías metabólicas y de señalización en el cuerpo. Realizar cardio justo después del entrenamiento de fuerza puede interferir con las adaptaciones musculares que estás tratando de lograr, como el aumento de la fuerza y la hipertrofia muscular.
La fatiga muscular y la falta de recuperación pueden aumentar el riesgo de lesiones durante el cardio, ya que los músculos y las articulaciones pueden estar más susceptibles a daños, además hacer cardio justo después del entrenamiento de fuerza puede comprometer tu rendimiento en ambas actividades. Es probable que no puedas dar lo mejor de ti en ninguna de las dos, lo que puede limitar tu progreso en ambas áreas.
El entrenamiento de fuerza agota las reservas de glucógeno muscular, que son importantes para el rendimiento durante el ejercicio cardiovascular. Si haces cardio inmediatamente después del entrenamiento de fuerza, es posible que no tengas suficiente energía disponible para realizarlo de manera efectiva.
5. No mirarse en el espejo después de una sesión de entrenamiento
Ver tu reflejo en el espejo después de una sesión de entrenamiento te brinda la oportunidad de observar visualmente los cambios en tu cuerpo a medida que progresas en tu programa de ejercicio. Puedes notar una mayor definición muscular, una postura más erguida o incluso una sonrisa en tu rostro, lo que te motiva a seguir adelante y mantener tus esfuerzos.
Sentirte bien contigo mismo es clave para mantener la motivación en tu rutina de ejercicio. Ver tu reflejo en el espejo después de una sesión de entrenamiento puede aumentar tu confianza y autoestima al reconocer los logros que has alcanzado y recordarte lo fuerte y capaz que eres.
Revisarte en el espejo después de una sesión de entrenamiento te brinda una sensación de logro y satisfacción por haber completado tu entrenamiento. Esta sensación de éxito refuerza positivamente tu comportamiento y te motiva a seguir comprometido con tu programa de ejercicio.
6. Consumir alcohol después de una sesión de entrenamiento
El alcohol es un diurético, lo que significa que aumenta la producción de orina y puede provocar deshidratación. Después de un entrenamiento, tu cuerpo necesita reponer los líquidos perdidos a través del sudor para mantenerse bien hidratado. Consumir alcohol puede contrarrestar este proceso y aumentar el riesgo de deshidratación.
El alcohol puede interferir con la capacidad de tu cuerpo para recuperarse después del ejercicio. Inhibe la síntesis de proteínas musculares y puede aumentar la inflamación, lo que puede retrasar la reparación y el crecimiento muscular después del entrenamiento.
El alcohol afecta negativamente el sistema nervioso central, lo que puede disminuir tu capacidad para realizar ejercicio de manera efectiva y recuperarte adecuadamente después de una sesión de entrenamiento. Esto puede resultar en un rendimiento físico inferior y una recuperación más lenta entre las sesiones de entrenamiento.
El alcohol afecta negativamente el sistema nervioso central, lo que puede disminuir tu capacidad para realizar ejercicio de manera efectiva y recuperarte adecuadamente después del entrenamiento. Esto puede resultar en un rendimiento físico inferior y una recuperación más lenta entre las sesiones de entrenamiento.